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Abril 30, 2016 -- Michael Miller

El 12  de Abril, yo vi a un grupo de niños como se agrupaban alrededor de una lona larga en la grama de la Casa Miqueas y empezaron a pintar un mural.  Habiamos invitado a catorce chicos quienes duermen en las calles del centro de Tegucigalpa a pasar una tarde con nosotros y conmemorar el Dia Internacional del Niño de la Calle.  Mientras los chicos comenzaban a pintar, me di cuenta que cada uno de estos jovenes tenian algo que decir, y que tan importante era para ellos expresar sus historias en las lonas. David pinto una remarcable imagen de Jesus, mientras que Yovany pinto una gran cruz rodeada de un corazon.  Axel Rafael, aunque no sabe leer ni escribir, trabajo para escribir las letras de su primer nombre y, a continuación, dejó sus manos pintadas junto a su nombre pintura verde brillante.

Es como si estos chicos, quienes pasan sus vidas a la deriva, por las esquinas de las calles, los callejones y por los edificios quebrajados y abandonados, quisieran dejar un pedazo de ellos mismos permanentemente y fijos en el lienzo.  A través de su pintura, ellos parecen estar diciendo: "Yo sé que soy invisible para muchas personas y sólo una estadística para otros, pero yo soy un verdadero ser humano, un hijo de Dios que merece más de lo que la calle tiene que ofrecer ".

 

El Proyecto Miqueas existe para ser un lugar donde estos niños pueden experimentar el amor del Padre Celestial y saber que Él es su verdadero refugio, permanente, eterno. Actualmente tenemos treinta muchachos que viven en nuestras tres casas. El Señor está usando el Proyecto Miqueas para pintar un nuevo cuadro con sus vidas, uno de esperanza y restauración. Pero todavía hay muchos niños en las calles, los que necesitan desesperadamente la oportunidad de una nueva vida. Jerson, Maycol y Leo acaban de entrar en la Casa Isaías en las últimas semanas y ya están aprendiendo nuevos oficios para que puedan tener una manera de autosostenerse. Pero Josué, Yovany y Yoel son los adolescentes mayores aún en las calles, y oramos todos los días para que ellos tomen la decisión de unirse a la Casa Isaías también.

Tres chicos jóvenes - Luis, Selvin y Eduarcito --se han unido a la Casa Miqueas en los últimos meses, pero hay todavía más pequeños en las calles que necesitan esta oportunidad también. Actualmente estamos orando por Elvin, Edward, Steven, Jeferson, Víctor y José, todos ellos por debajo la edad de dieciséis años, que necesitan un lugar para llamar su casa también. Los visitamos a diario en el centro y nuestro equipo de calle los trae al Proyecto Miqueas cada semana para establecer confianza con ellos - orando para que cada uno decida quedarse y lleguen a ser parte de la familia Miqueas.

Cada vez que usted da al Proyecto Miqueas, afirma que, efectivamente, estos niños y jóvenes son verdaderos seres humanos ... no sólo los treinta que actualmente viven en el proyecto, sino también los que están en las calles y estan cerca, tan cerca de unirse al proyecto permanentemente. Sigue tendiendo la mano a estos muchachos - para decirles que los aman y que REALMENTE merecen una posibilidad en un futuro.  Por favor, considere un regalo hoy que irá a cambiar una vida, una donación que pintará una nueva historia de esperanza en estas preciosas vidas. 

Muchas gracias,

Michael Miller